espero que recuerdes que tu sangre es mía...
La tristeza de tus ojos, no puede anhelar la luz,
simplemente anhelas la muerte que hay en ella acechándote..
no te juzgo yo misma fui su testigo,
en mis labios reposa el polvo de los que fueron acallados por su calor,
Pero recuerda, ni la muerte puede matar tu memoria,
vagará por el haberno condenándote sin piedad como la lenta tortura de la gota...
gota fresca cual tu sangre que se derramaba
En mis labios tan sensual y mortífera
mientras te mordías los labios con satisfacción y recelo...
Sentíamos la locura, la droga del aroma de la sangre, derramándose por tus desnudos hombros.Imagen que se convirtió en mi inspiración divina... lenta,dulce y espesa...
Ahh termino ya esta breve carta porque mi mente divaga dentro de la tuya, sucumbiendo al placer y dolor que hay en ella...delicioso
Saludos, de tu amiga de Prusia.
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