En quietud del gran lago celeste,
Tus ojos tristes no alcanzan el final.
Las olas suavemente se esparcen,
Tus huérfanas lágrimas no encuentran paz.
Perturbado el reflejo de los sauces
La niebla pesada tu espejo engulló.
Silencio desbordante te estremece,
Delicado tejido los ojos vendó.
¿Qué belleza se esconde en tu rostro?
Que cegada, la niebla te ha ido a buscar.
Tus ojos verde oliva, ¡a ellos me rindo!
Tus lágrimas temples, el lago sazonan.
Te contemplo, admiro desde el reflejo,
Pero siendo agua no te puedo consolar
cuanto mas te hundes mas se aleja la vida
huye como tu aliento, que no te deja flotar
en las ondas de las aguas tibias y oscuras
el pelo negro se mezcla con las dulces gotas
en tu interior rezuma de clara y dulce agua
no se hidratará así tu alma ni se lavará tu corazón
Desapareció tu pálida presencia
Que de amores niebla te has ido a buscar
Te contemplo, admiro desde el reflejo,
Pero siendo agua no te puedo salvar
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