Para mi parru


















Tan fugaz como estrella centellada
Ternísimo relleno de amor y miel
Su almita en un trapito confeccionada
Me hacía tan feliz abrazarlo a él

Ojos de curiosidad infinita
calentaban mis fríos instantes
En mi cabeza veo su carita
Que me sonríe dulce, igual que antes

Ayer decidiste irte de mi lado
Volviendo a dejarlo vacío estar
Y el tiempo que conmigo has estado

 Yo en tu piel rosita podía llorar
Pero todo esto ya se ha acabado
Porque a otros brazos fuiste a consolar



Premiada en el IES Calderón de la barca

En quietud del gran lago celeste,
Tus ojos tristes no alcanzan el final.

Las olas suavemente se esparcen,
Tus huérfanas lágrimas no encuentran paz.

Perturbado el reflejo de los sauces
La niebla pesada tu espejo engulló.

Silencio desbordante te estremece,
Delicado tejido los ojos vendó.

¿Qué belleza se esconde en tu rostro?
Que cegada, la niebla te ha ido a buscar.
Tus ojos verde oliva, ¡a ellos me rindo!

Tus lágrimas temples, el lago sazonan.
Te contemplo, admiro desde el reflejo,
Pero siendo agua no te puedo consolar

cuanto mas te hundes mas se aleja la vida
huye como tu aliento, que no te deja flotar

en las ondas de las aguas tibias y oscuras
el pelo negro se mezcla con las dulces gotas

en tu interior rezuma de clara y dulce agua
no se hidratará así tu alma ni se lavará tu corazón

Desapareció tu pálida presencia
Que de amores niebla te has ido a buscar
Te contemplo, admiro desde el reflejo,
Pero siendo agua no te puedo salvar